Consejo Dominicano de
Relaciones Internacionales

Consejo Dominicano de Relaciones Internacionales

Béisbol, inmigración y MAGA

Por: Daniel Villegas ║ Fotografía: Wikimedia.

11 de noviembre de 2019.

 

Los aficionados del béisbol en todo el mundo nunca olvidarán una decisión tan dolorosa y desgarradora como la que ocurrió en 2005. El Comité Olímpico Internacional había decidido eliminar el béisbol como deporte olímpico para los Juegos Olímpicos de Londres 2012 [1]. Esta decisión fue desconcertante para los amantes, aficionados y la familia del béisbol en general. El béisbol, un deporte global practicado por millones de aficionados, había sido apartado y no estaría presente en los Juegos Olímpicos. Los Estados Unidos, el templo de béisbol que le dio la oportunidad, y consagró, a Babe Ruth, Jackie Robinson, Hank Aaron, Roberto Clemente, y donde las jóvenes promesas se mezclaban con las estrellas consagradas, no podían entender las razones que impulsaron semejante decisión, cuyo fundamento no fue claramente justificado [2]. ¿Cómo era posible que el béisbol pasara a ser un deporte marginado y eliminado de los Juegos Olímpicos?

En el 2006, tras un año de incertidumbre plagado apelaciones fracasadas, el béisbol internacional superó el desafío y se alzó como un Fénix de sus propias cenizas en el formato definido en el Clásico Mundial de Béisbol (CMB). Claramente, fue un gran triunfo para los aficionados del béisbol y del deporte en general.

El béisbol no es simplemente un deporte donde dos clubes se enfrentan durante nueve entradas para alcanzar una victoria, sino que además fomenta el respeto a la diversidad racial y cultural global. Tiene el potencial de eliminar la brecha ideológica, anti-migratoria y la discriminación. Al echarle un vistazo a los rosters de los equipos de la liga profesional de béisbol estadounidense, la Major League Baseball (MLB), este deporte que en sus inicios fue predominantemente integrado por jugadores blancos, se ha vuelto gradualmente más diverso, buscando esa diversidad representativa de los Estados Unidos, aunque todavía queda un largo recorrido.

La MLB representa un claro ejemplo de la cambiante realidad estadounidense que algunos se resisten a aceptar y comprender. Estados Unidos se constituyó desde su fundación como país de inmigración y por tanto, de diversidad. El béisbol constituye uno de los primeros deportes que abogó contra la segregación y la discriminación, personificada en la figura de Jackie Robinson, el primer jugador afro-estadounidense que jugó en la MLB, que se convirtió en un mito fuera y dentro del diamante; o Roberto Clemente, que cambió el rol de los jugadores latinos en la MLB. Asimismo, al revisar la lista de jugadores de la mayoría de equipos de béisbol de la cuenca del Caribe que actualmente juega en el CMB, no es sorprendente que la mayoría de los jugadores, orgullosos de representar a sus respectivos países, jueguen como profesionales en la MLB o en sus equipos filiales. Estos jugadores se han convertido en la fuente de ingresos, orgullo y oportunidades para sus equipos, países y familias. Muchos de ellos, que llegaron siendo adolescentes, representan el enorme valor añadido que ofrecen a los Estados Unidos, como contemplamos en las recientes Series Mundiales entre los Astros de Houston y los Nacionales de Washington DC, este último ganando su primera Serie Mundial, donde los jugadores latinos tuvieron un enorme impacto en la consecución del título. Pero a pesar del valor añadido que representan estos jugadores, la reciente ley Save America Pastime Act aprobada por el Congreso en 2018, discrimina en materia salarial a estos jugadores de las ligas menores en los EEUU [3].

La presencia deportiva de los jugadores inmigrantes latinos en la MLB ha crecido enormemente; representan el 31 por ciento según las últimas cifras publicadas por la MLB y casi un 50 por ciento en las ligas menores en EEUU [4]. Esta cifra seguirá incrementándose a medida que los equipos profesionales de la MLB sigan desarrollando una red de cazatalentos que buscan diamantes en bruto en todo el mundo, sobre todo en la cuenca del Caribe.

Los equipos de la MLB han estado maximizando el talento innegable que florece en Latinoamérica y generando ganancias de miles de millones de dólares. La República Dominicana se ha convertido en el centro de operaciones regional de la MLB en la cuenca del Caribe. De hecho, una gran cantidad de equipos de MLB han estado operando un número notable de academias de béisbol durante todo el año en la región. La Liga Dominicana de Verano (LDV) se ha convertido en la piedra angular del sistema de desarrollo de numerosas promesas dominicanas. Éstas a su vez contemplan un posible futuro en la MLB, y las perspectivas de ingresar al LDV podrían generarles contratos multimillonarios emigrando a los EEUU para jugar para los equipos de la MLB.

A pesar de esta aparente situación de beneficio mutuo, un número importante de presidentes/propietarios de los equipos MLB abogan por políticas anti-inmigrantes [5]. Quizás deberían plantearse las contradicciones de sus discursos y la gestión de las jóvenes promesas latinas que contribuyen al crecimiento del béisbol en EEUU en un momento en el que el llamado el mayor pasatiempo estadounidense está perdiendo fuelle [6]. Si las autoridades estadounidenses y muchos propietarios de equipos de la MLB abogan por MAGA [7] como algunos constantemente claman, deberían comprometerse a seguir buenas prácticas y coherencias dentro y fuera del diamante. Por lo tanto, la diversidad en el béisbol constituye un baluarte para el deporte y la sociedad estadounidense. No simboliza una amenaza para Estados Unidos. En última instancia, Estados Unidos no debería estar ponchándose en su propio juego y debería ir a por el Home Run en los próximos Juegos Olímpicos en Tokio 2020 [8] y en las políticas migratorias.

 

Notas y referencias:

[1] CBS News (9 Feb., 2006), «Strike 3 for Olympic baseball». https://www.cbsnews.com/news/strike-3-for-olympic-baseball/

[2] Lynn Zinser (8 Jul., 2005), «Olympics drop baseball and softball»,  New York Times. https://www.nytimes.com/2005/07/08/sports/othersports/olympics-drop-baseball-and-softball.html

[3] Mike Axisa (22 Mar., 2018), «Congress’ ‘Save America’s Pastime Act’ would allow teams to pay minor-leaguers less than minimum wage», CBS Sports. https://www.cbssports.com/mlb/news/congress-save-americas-pastime-act-would-allow-teams-to-pay-minor-leaguers-less-than-minimum-wage/ 

[4] Richard Lapchick (2018), «The 2018 racial and gender Report Card: Major League Baseball», The Institute for Diversity and Ethics in Sports. http://nebula.wsimg.com/2b20e1bb7ea3fad9f45263b846342d04?AccessKeyId=DAC3A56D8FB782449D2A&disposition=0&alloworigin=1

[5] Mike Elk & Karina Moreno (29 Mar. 2018), «Baseball, Latino America’s pastime, faces new challenges in age of Trump», The Guardian. https://www.theguardian.com/sport/2018/mar/29/baseball-latino-trump-mlb

[6] Allen Barra (3 Aug., 2017), «The long decline – and possible revival – of the African American baseball star», The Guardian. https://www.theguardian.com/sport/blog/2017/aug/03/baseball-lack-of-african-american-players-mlb

[7] Son las siglas en inglés, Make America Great Again, traducido en español como “Haz que los EEUU sea nuevamente grande”. Eslogan popularizado por Donald Trump en su campaña presencial de 2016, pero originalmente utilizado, exitosamente, por Ronald Reagan en su campaña electoral de 1980. Emma Margolin (9 Sep., 2016), «‘Make America Great Again’—Who Said It First?», NBC News.
https://www.nbcnews.com/politics/2016-election/make-america-great-again-who-said-it-first-n645716

[8] Jim Caple (30 Oct., 2019), «US Baseball ready to begin road to Tokyo 2020»,  Olympic Channel. https://www.olympicchannel.com/en/stories/news/detail/usa-baseball-premier-12-tokyo-2020-jo-adell-scott-brosius/

 

Daniel Villegas

Colaborador externo.